Han sucedido eventos importantes en el mundo deportivo, que han llevado a los expertos, y a los menos especialistas también, a desarrollar, con un ímpetu inusual, la teoría donde no existen los medios, donde se es todo o nada, es frío o calor, blanco o negro, a justificar una polarización para definir, injustamente, quién ha sido el mejor, con todo y razones técnicas, hasta con los motivos del alma y el corazón.
El año pasado, por fin, y después de cinco intentos, el gran Leo Messi, comandando con lujo a la gran Argentina, pudo salir campeón de fútbol en Qatar 2022. Inmediatamente «saltaron» sus seguidores para decir que el jugador era el mejor de toda la historia. Acto seguido, los fanáticos del gran Rey Pelé, ahora en los cielos, desmintieron con argumentos la anterior afirmación. Con 4 mundiales jugados, el Rey, ganó 3. Ha sido el jugador más joven en alzar una copa. Luego, los hinchas de Maradona, inmediatamente respondieron, porque esa zurda no tuvo comparación, como tampoco la genialidad de su liderazgo. Y los de Ronaldo, en una esquina, mostrando la gran capacidad goleadora del portugués, compartiendo en detalle las estadísticas fabulosas de «El Bicho».
Hace poco, en el mes de febrero, el gran LeBron James rompió el récord de puntos anotados en la NBA que ostentaba Kareem Abdul-Jabbar. Los no despreciables 38.387 puntos, fueron superados por «El King» James a lo largo de 20 años como jugador en la gran carpa del baloncesto mundial. Sus seguidores enseguida reafirmaron, lo que años atrás vienen sustentando, que LeBron es el más grande, «El Goat» de la historia del baloncesto, desestimando los 6 anillos de otro inmenso como lo fue Michael Jordan.
En otros deportes sucede lo mismo. En tenis, que si Federer, que si Nadal, que si DJokovic. Ahora, con el retiro del longevo Tom Brady, empezaron los amantes del fútbol americano a insinuar desde ya que él ha sido el mejor de toda la historia, y sus detractores a contrapuntear.
Y así, la competencia ya no se esgrima en las canchas. Se ha trasladado a todos lados, a lugares jamás pensados, hasta en las iglesias se polemiza, en el trabajo, en los tabloides, en las redes, en el cálido seno familiar. Desde esta tribuna deportiva de LATINOS MAGAZINE, planteamos obstruir esas polarizaciones, y más bien, proponemos seguir disfrutando de las actuaciones de todos los mejores, es que, realmente, es una bendición.